martes, 3 de abril de 2018

Seguimos sin correr...

Breve entrada la de hoy.
Un mes después, sigo sin poder correr. Y no sólo es que aun no haya corrido, sino que el mero hecho de correr 20 metros detrás de los niños hace que me resienta y tenga molestias todo el día.
Como un niño aplicado, hago los ejercicios que me mandó el fisio, me sigo dando la crema anti-inflamatoria... pero el dichoso Aquiles sigue hinchado y dando guerra.
Así pues,para no perder la forma,o al menos no demasiado, no queda más remedio que hacer bici, y con el clima de mierda que estamos teniendo en Valladolid estos días, sólo cabe hacer rodillo. Dado que colgué la bici en octubre para centrarme en el maratón de Valencia (maraton valencia) y tuve que descartarlo por las molestias en el pie para pasar al maratón de Sevilla (xxxxx) en Febrero, el caso es que no había vuelto a cogerla.
Por ahora sólo estoy haciendo rodajes suaves, sin intensidad, para volver a tener sensaciones, y a partir de la próxima semana comenzaré a meter algo de intensidad. He visto el otro día en Decathlon que Chema Arguedas (autor de "Planifica tus pedaladas") ha sacado otro para entrenar con Rodillo (entrenar bajo techo) que estoy empezando a mirar con ojitos de deseo... Los videos que hay en Youtube sirven para coger ritmo, pero no son un entrenamiento programado



Y además... He vuelto a la piscina. La lesión en el Aquiles no me permitía hacer la extensión así que entre los días pre-maratón que no he ido, y los que no he podido, he perdido según mi listado de entrenamientos unas 8 sesiones. Para los que sepan nadar,perder 8 sesiones (casi 2 meses) no supone más que una pequeña pérdida del punto de forma, pero para los que somos un zote nadando,es todo un mundo.
Y mi vuelta así lo ratifica, los tiempos son prácticamente iguales que en navidades, y me vuelve a parecer increíble que fuera capaz de nadar 2500 o 3000 m. en una sesión.
Además, creo que he perdido la sensación de poder nadar "larga distancia" aunque fueran mis tristes 1000 metros. Vuelven las sensaciones de ahogo e intranquilidad que me hacen agobiarme y tener que parar de nadar...
En fin, habrá que seguir bregando.