Aprovechando que en la playa están bastante bien acotadas las zonas de nado, y se respetan por parte de las embarcaciones, me he decidido ir nadando hasta la boya que marca la zona de baño. 200 metros alejada de la línea de playa.
El año pasado un matrimonio amigo se fueron ambos nadando hasta allí, y a mi me parecía un mundo, y era una de esas cosas que me encorajinaba... ¿Como es posible que estando en peor forma física que yo, se atrevan a ir y volver sin problemas desde allá?? Y yo desde la orilla, mirandoles con envidia.
Asi que este año me planteé... Nada sin preocuparte de nada, sin agobios. Aquí puedes torcerte todo lo que quieras, que no vas a chocar con nada ni nadie (pocos pirados he visto nadando cerca de la boya). Y dicho y hecho: al principio me planteé nadar 20 brazadas, unos 50 mts en piscina, que es suficiente para alejarme algo razonable, y para ir ganando confianza. Y de 20 brazadas pasé a 30, a 40... Y así me planté el otro día, que se suponía libre de medusas, a unos 20 mts de la boya, hasta que vi las dichosas medusas, y una me rozó, suficiente para que me decidiera a volverme, pero ahí estaba el objetivo casi, casi logrado.
Y esta mañana ha sido el gran momento: he nadado en diagonal desde nuestras tumbonas hasta la boya. Al final el reloj dice que he nadado 570 mts, un poco causado porque no me oriento bien en el mar, y otro poco supongo que por las propias corrientes.
La sensación ahora es de euforia porque me he demostrado a mi mismo que con tranquilidad puedo nadar "bastante" distancia sin agobiarme, y me estoy planteando distancias mayores para los días que me quedan, y todo porque aun tengo un reto... El Triatlon Ciudad de Valladolid, el 2 de Agosto.
Go! Go! Go!
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